Odontopediatría

La importancia de ir al dentista para los niños

La odontopediatría es la rama de la odontología que acoge a los dentistas infantiles. Estos comienzan a tratar a los más pequeños cuando aún tienen dientes temporales, hasta que sus dientes son permanentes.

Una pregunta muy frecuente que se hacen los padres es ¿A qué edad conviene llevar a mi hijo por primera vez al dentista?

Aunque, los dientes de leche deben limpiarse desde que salen, se recomienda que la primera visita al dentista sea a los 4 años.

Para limpiar los dientes de leche de los bebés, destacamos que los padres pueden usar una gasita estéril humedecida y sienten al infante en sus rodillas. Además, hay cepillos específicos para estas primeras edades. Lo ideal es saber transmitir el hábito de cepillarse los dientes por imitación. Durante la primera infancia, puede establecerse como un juego-rutina el cepillado conjunto de padres-niños.

En cuanto a la primera visita al dentista, el objetivo principal es establecer un primer contacto que permita al odontólogo diagnosticar cualquier problema, pero, sobre todo, cree en el niño una tranquilidad y confianza con el especialista que supervisará su boca a lo largo de los años. Es fundamental que el niño acuda feliz al dentista y este sepa transmitirle la importancia del cuidado bucodental desde sus primeros años de vida. La prevención es el mejor camino, ya que, evidentemente, el mejor tratamiento es solo la supervisión y control periódico.

En esta primera visita siempre se enseñarán los hábitos de higiene oral y se indicarán, de forma personalizada, los hábitos de salud que se deberán establecer.

En primer lugar, se destacará la importancia de seguir una dieta adecuada, no cariogénica. Se trata de evitar los azúcares y harinas refinadas (galletas, bollos, pasteles, caramelos, etc.), que es de lo que se nutren las bacterias, produciendo ácidos que desmineralizan la superficie del diente y, finalmente, generan la caries. Una dieta rica en alimentos con azúcar se asocia con problemas importantes de caries. Es aconsejable, pues, seguir una dieta variada y sana que incluya verduras, carnes, pescados y especialmente alimentos ricos en calcio.

Los niños también pueden sufrir problemas en las encías si no se cepillan correctamente. Conviene enseñar al niño los movimientos correctos con el cepillo y saber detectar su habilidad para indicarle un tipo u otro de cepillado.

En Clínica Dental Padrós-Creus Muntaner creemos que, solo de esta forma, transmitiendo a los más pequeños la importancia de cuidar de su boca, conseguiremos que en el futuro sean adultos con bocas sanas.

El tratamiento preventivo por excelencia en odontopediatría y que se ha revelado como altísimamente efectivo para prevenir las caries es la apertura, limpieza y sellado hermético de las fisuras de los molares.

Las fisuras de las caras oclusales de los molares son un rincón donde los cepillos dentales no pueden acceder. Por esa razón, en lo profundo de estas fisuras se acumulan microorganismos que provocan el 90% de las caries en niños de 6 a 14 años de edad. Son casi siempre caries, que avanzan de forma rápida, y que no provocan dolor hasta que han profundizado mucho. Recordemos que el tejido dentario no tiene capacidad de regeneración y, por lo tanto, cada micra de estructura dental dañada queda perdida para siempre.

El sellado de estas fisuras previo a la aparición de la caries es capaz de mantener la salud e integridad de los dientes durante años. Previniendo que la caries avance, provocando que tengamos que tratar el diente de forma más intervencionista con un empaste o si el nervio ya está afectado, realizando una pulpotomía, pulpectomía o extracción y la necesaria colocación de un mantenedor de espacio.

En Clínica Dental Padrós-Creus Muntaner analizaremos cada caso y, en función de la incidencia de caries del infante, su nivel de higiene oral y su tipo de anatomía dental, decidiremos si los molares del paciente requieren ser sellados para prevenir el desarrollo de posibles caries.

 

Odontopediatria

En Clínica Dental Padrós-Creus Muntaner, creemos que cada edad conlleva características distintas, tanto en temas dentales como en el ámbito psicológico. Por ello, intentamos crear un espacio de tranquilidad y confianza para que el niño se sienta cómodo y pierda el miedo al dentista. Con paciencia y estímulos positivos nos gusta adaptarnos a cada niño según las necesidades de trato que requiere.

Los boxes principales de la Clínica Dental Padrós-Creus Muntaner están equipados con televisores que permiten distraer y entretener al infante durante el tiempo de tratamiento dental.

 Trabajamos siguiendo la filosofía de la odontología mínimamente invasiva. Así, por ejemplo, si el tratamiento lo precisa, utilizamos disolventes de caries (Brix 3000) para conservar al máximo el tejido dentario.

 

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1. SÍNDROME HIM  (Hipomineralización de incisivos y molares)

En los últimos años, se ha observado la aparición extremadamente frecuente de niños con manchas en los dientes de color blanco tiza, amarillo e incluso marrón en los incisivos y los primeros molares definitivos. Curiosamente, estos son los dientes que se forman en vida intrauterina. A pesar de las muchas investigaciones al respecto, se desconoce su causa. Estas manchas indican un defecto en el esmalte de los dientes afectados que los hace muy sensibles y, dependiendo del grado de afectación, más o menos frágiles. Es muy frecuente ver molares recién salidos y con cavitaciones (“agujeros”) profundas, que supondrán problemas odontológicos para siempre. El diagnóstico precoz es fundamental para tomar la alternativa de tratamiento adecuada a cada caso. El tratamiento del HIM puede variar desde un control constante y la remineralización con materiales específicos como es el Recaldent, a tener que obturar las cavitaciones con biomateriales o resinas.

 

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2. LOS TRAUMATISMOS EN EL INFANTE

El constante movimiento de los niños conlleva a que reciban traumatismos en los dientes que suelen ser muy aparatosos y causan mucha preocupación a los padres.

Ante un traumatismo dental, lo más importante es mantener al máximo la calma, lavar la herida e intentar ver qué ha ocurrido con los dientes. Siempre que sea posible encontrar el trozo de diente fracturado o incluso el diente entero avulsionado, vale la pena buscarlo y conservarlo en leche o en saliva. Conviene actuar con rapidez y acudir a la consulta lo antes posible.