¿Cuál es el tratamiento para los problemas mandibulares en la ATM?

Publicado el Por Clínica Dental Padrós

ATM significa articulación temporomandibular y se trata de la articulación que tiene el papel de bisagra en la mandíbula. Esta une la mandíbula a los lados de la cabeza permitiendo el movimiento de abrir y cerrar la boca. El conjunto de esta articulación es muy delicada, por lo que es común que se sufra de alguna anomalía. Algunos estudios realizados indican que los trastornos de mandíbula afectan a más de 10 millones de españoles y que son más frecuentes en mujeres que en hombres.

¿Qué son los trastornos de la ATM?

Comúnmente se conocen como trastornos de la ATM al grupo de dolencias que por lo general suele generar dolor y disfunción notoria, tanto de la articulación mandibular como de los músculos que se encargan de controlar el movimiento de la mandíbula.

Tras numerosos estudios, los investigadores han dividido estos trastornos en 3 tipos de categorías principales:

  1. El dolor miofascial que implica molestias o dolor que afecta a los músculos que controlan por completo la función de la mandíbula.
  2. El desarreglo interno de la propia articulación, el cual se relaciona por lo general con un disco desplazado, en otros casos con una dislocación de la mandíbula o incluso una lesión directa en el cóndilo mandibular.
  3. La artritis que hace referencia a un grupo de trastornos degenerativos o inflamatorios que afectan directamente a la articulación temporomandibular.

Síntomas de los trastornos de mandíbula

En este tipo de trastornos se pueden presentar numerosos síntomas. Los más comunes son el dolor en los músculos encargados de la masticación o en la articulación de la mandíbula. Otros síntomas no menos frecuentes son:

  • Dolor capaz de irradiarse a la cara, la mandíbula o incluso al cuello.
  • Rigidez en los músculos encargados de los movimientos de la mandíbula.
  • Disminución o bloqueo de los movimientos de la mandíbula (cuando es muy intenso la mandíbula puede quedar trabada).
  • Ruidos parecidos a un chasquido, crujido o rechinamiento, los cuales van acompañados de dolor intenso en la articulación mandibular en el momento de abrir o cerrar la boca.
  • Alteración en la forma en la que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí.

¿Cómo se diagnostica un trastorno de mandíbula?

Los principales síntomas que se toman en cuenta para diagnosticar un trastorno de mandíbula son:

  • Ruidos al abrir y cerrar la boca.
  • Contracturas a nivel del cuello y en el lateral de la cabeza y el rostro.
  • Bloqueos en la mandíbula o dificultades para abrir la boca.
  • Dolores en el cuello o cervicales y de cabeza, los cuales se hacen más agudos al levantarse.

Tratamiento para los trastornos de mandíbula

Incluso cuando los trastornos de mandíbula son persistentes y agudos, en la gran mayoría de los pacientes no serán necesarios tratamientos agresivos. Solo en un reducido número de casos se realizan tratamientos irreversibles, cuando se considera que el trastorno es muy persistente y no mejora con ningún tratamiento.

Tratamientos conservadores

Los trastornos más frecuentes de mandíbula son transitorios y no empeoran con el paso del tiempo, es por eso que estos casos lo más recomendable es usar un tratamiento sencillo para aliviar el malestar. Estos tratamientos son:

  • Administración de medicamentos para el dolor, antiinflamatorios no esteroideos o incluso AINE, los cuales no requieren receta médica.
  • También se recomienda utilizar una férula de descarga o un protector de mordida.

Tratamientos irreversibles

Con ciertos tipos de trastornos se aplican tratamientos quirúrgicos.